En un solar medianero de configuración plana, sin posibilidad de vistas aprovechables de un entorno urbano inmediato, ubicado en el distrito de La Molina, Lima. En un lugar un poco retirado, con características residenciales, es el escenario para este proyecto de vivienda urbana. Bajo estas condiciones nos propusimos cumplir el desafío de no generar una única vista hacia la calle, sino  generar innumerables vistas interiores, por lo que se utilizó la estrategia de  diseñar un gran jardín que rodee toda la casa, que construya un paisaje en continuidad con la vegetación.

La casa descansa como un monolito en medio del jardín. Es un único volumen, un elemento perfecto de 10x10x10, cuya lógica de configuración es mantener un equilibrio entre llenos, vacíos, generando aperturas y cerramientos de acuerdo a la necesidad.  En esta lógica, el espacio interior hace la fachada.

Todo se apertura hacia el jardín para generar encuadres visuales e integración espacial, cuando se apertura el espacio interior se convierte en una extensión del espacio exterior.

El cubo, como elemento monolítico, mantiene su configuración y obtiene la dimensión de elemento perfecto, de esta manera se convierte, de día, en un elemento que atrapa la luz mediante sus espacios de doble altura, fachadas   libres y   en la noche, una linterna que irradia luz propia hacia el jardín. El espacio interior se ve en la fachada y el volumen denso se diluye por el paso de la luz interior.